Lo siento, pero estoy depre (que Elentir me perdone) es un hecho. Desde que decidí entregar las prácticas al día y prepararme los exámenes en más de una semana mi vida se hunde en la miseria. Y es que desde el fín de semana de Cruces, mi vida social ha sufrido un severo varapalo. Llegando al punto de que ¡mis padres salen más que yo! ¿Quien dijo que la vida universitaria era la mejor de las vidas? ¡mintió! (o no estudiaba ingeniería, que es otra opción).
Y en uno de éstos momentos de desesperación en los que tu madre te cuenta que va a almorzar delicioso marisco con sus conocidos… encontré una curiosa noticia.
Resulta que no somos los únicos en el planeta que pensamos que la gasolina esta carísima. Aunque sí se nos puede incluir entre los menos originales. Parece ser que los residentes de la isla de Bougainville, en Papúa Nueva Guinea, han encontrado una solución propia: el aceite de coco.
Están desarrollando una alternativa que ha generado interés fuera de las fronteras isleñas: han creado mini-refinerías que producen aceite de coco como reemplazo de la gasolina. Además el combustible de coco huele bien y no contamina el medio ambiente. Vamos, que lo tiene todo.
Una pena que de las lentejas (que tanto abundan por esta casa) no se pueda hacer combustible. ¿O sí? Bueno, parece que todo es cuestión de intentarlo…
Os dejo un enlace a la noticia.
El mundo y demás según Patitofeo 