Héroes del silencio

No, no voy a escribir sobre música. Voy a hablar de política. Pero voy a hablar de corazón. Desde un punto de vista absolutamente subjetivo, pero que, debido a los últimos acontecimientos políticos, he decidido no guardarme.

Muchos sabréis que el pasado 9 de marzo, no sólo voté al Partido Popular, es que, además, le dediqué un día entero a ser interventora de dicha fuerza política. Y diré claramente lo que siento: me equivoqué.

Existen numerosas razones por las que he llegado a esta conclusión. La primera porque me considero liberal. Consideraba al PP el partido más cercano a mis ideas hasta que el señor Rajoy me dedicó estas palabras: «Si alguien quiere ir al Partido Liberal o al Conservador, que se vaya».

Otra de las cosas que me ha desconcertado es… ¿dónde está Pizarro? ¿simple diputado? ¿qué significa esto? Pues desde mi punto de vista, significa que Rajoy pone el partido patas arriba pero, eso sí, su cargo ni tocarlo. “Pizarro no se integraría bien en el aparato del partido, porque no tiene madera de aparatchik”, son las palabras de Mariano. Pues vean ustedes como Pizarro abandona el partido, junto con personajes de la talla de Zaplana.

Sigamos, porque la lista es larga: ¿acercar posiciones con los nacionalistas de CIU y del PNV? ¿Acaso no comprende el señor Mariano que la mayor parte de sus votantes lo elegimos precisamente por no hacerlo?

Pero no sólo me siento traicionada por lo que hablan, sino también por lo que no dicen: silencio ante el Plan Hidrológico Catalán (ya se sabe que la sed de los barceloneses es más importante que la de los almerienses, región con mayor superficie desértica de Europa), silencio aunque un vasco paga un 35% menos de impuestos que otro español, silencio ante la crisis del aceite de girasol, silencio, silencio y silencio.

Algunos llaman al partido del señor Mariano «Héroes del Silencio», otros «Ministerio de la Oposición» y demás lindezas. En cualquier caso es algo que no me importa. Ninguno de esos calificativos puede reflejar lo decepcionada que me siento, después de haber dedicado ilusión, esfuerzo y muchas horas a un partido que no respeta la opinión de sus votantes, afiliados o interventores.

Dado que creo firmemente en la democracia, no pienso abstenerme de votar en las próximas elecciones europeas. Mi voto va a ser para Rosa Díez. Sé que no es nada liberal, pero, en mi opinión, las elecciones europeas son sólo burocráticas, no sirven para nada y no van a cambiar nada en este país. Por lo menos, mi voto será de castigo a la política nefasta del PP.

Lanzo una pregunta al aire: ¿Porqué tiene que ser Rosa Díez la que diga las cosas que los votantes del PP queremos oír?